¿Te has planteado alguna vez cuántas ciudades y pueblos fantasmas pueden existir repartidos por el mundo? Hace un par de meses, store  durante el viaje que tuve que realizar por motivos de trabajo a California, tuve la oportunidad de conocer uno de ellos y me pareció de lo más interesante.

Nos acercamos hasta la vieja ciudad fantasma de Bodie desde Mammoth Mountain (Mammoth es uno de los centros para practicar esquí y snowboard más famosos y buenos de todo EE.UU.). Tras un recorrido de unos 40 minutos por carretera llegamos a la entrada. Había leído algo sobre Bodie antes de ir pero nada más poner un pie allí me di cuenta de que no tenía nada que ver con lo que había imaginado.

Justo cuando nos bajamos del coche comenzó a nevar (¡y eso que era mayo!). La nieve cuajó e hizo que el paisaje se convirtiera en algo digno de ser retratado. Era el escenario perfecto para una peli… del oeste? …de miedo? …de misterio??? No sé muy bien, physician pero desde luego se prestaba a que cualquier
director de cine se enamorara del enclave para rodar lo primero que se le pasara por la cabeza…

Sólo pasear por las calles vacías hacía volar la mente casi dos siglos atrás… Pasajes desiertos que trasladaban al lejano oeste y que hacían esperar que al volver cualquier esquina nos fuéramos a encontrar con dos vaqueros, case pistola en mano, en pleno duelo. Lo curioso es que los pensamientos que en la actualidad no hacen otra cosa que entretener nuestras mentes, unos 150 años atrás eran parte del día a día de esta increíble ciudad fantasma…

Se sabe que en Bodie se producían peleas y asesinatos cada día. Quizás propiciado por el gran consumo de alcohol al que estaban acostumbrados, ya que hasta 65 locales de la ciudad no eran otra cosa que bares, la mayoría de ellos tapaderas de burdeles y fumadores de opio.

Fue un tal William Bodie el que estableció una ciudad en este lugar. En medio de la nada, en pleno desierto californiano, encontró radiantes minas de oro a mediados del siglo XIX y en torno a ellas llegó a asentarse toda una comunidad.

Poco a poco familias completas se fueron instalando en este lugar hasta conformar Bodie, la que fue la 2ª ciudad más importante del estado de California (después de San Francisco). 10 mil personas llegaron a vivir aquí.

Varias iglesias, una prisión, una gasolinera e incluso la escuela se mantienen aún hoy día en el tiempo.

Alrededor de 1920 el oro se acabó y las familias abandonaron la ciudad paulatinamente en busca de trabajo en otros lugares. Hoy, tan sólo la sombra de lo que Bodie fue en su día puede apreciarse en todo aquello que las familias dejaron atrás. Muchas de las casas y locales se mantienen intactos aún con el paso del tiempo, que lo único que le ha brindado a esta antigua ciudad es una gruesa capa de polvo como señal de los años transcurridos.

Los comercios conservan sus productos en los escaparates para que puedan ser vistos. Los platos y vasos de la última comida o cena aún descansan sobre las viejas mesas de las casas que un día fueron habitadas. Es como si un día, de repente, la vida en Bodie se hubiera paralizado y sus habitantes hubieran desaparecido. Sin embargo, el alma de la ciudad aún se puede sentir al pasear por sus calles.

Hoy día cuentan que tan sólo fantasmas del pasado habitan Bodie. No sé qué pensáis vosotros, pero yo me alegré de no encontrarme con ninguno… Fue un gran descubrimiento y os animo a que si tenéis la ocasión, la visitéis. Así es Bodie, la ciudad fantasma más grande y mejor conservada de todos los Estados Unidos.

CÓMO LLEGAR:

Bodie se encuentra a unos 21 kilómetros al este de la HWY 395, en la parte este de California y muy cerca del parque de Yosemite. Una vez coges el desvío una carretera mal hecha te lleva hasta la entrada al pueblo. Los últimos cinco kilómetros ni siquiera están asfaltados.

Una pequeña taquilla donde se encuentra un guarda forestal, al final de la carretera, es donde tendrás que abonar la cantidad de 7 dólares por persona si quieres visitar la ciudad. Me pregunto si no se morirán de aburrimiento los dos guardas forestales que cuidan de Bodie, porque realmente apenas hay personas que se acerquen hasta este lugar, en medio de la nada, para visitarlo.