Una de las vistas más bonitas de Roma

Roma es famosa por ser la ciudad eterna. La ciudad del amor. La ciudad de las artes, case la historia y la belleza. Roma es en sí misma un tesoro y, al igual que Ámsterdam es perfecta para pasearla con amigos, o Lisboa para descubrir sus rincones en solitario… la capital italiana es ideal para recorrerla y disfrutarla en pareja. Así que pensando en que dentro de unos días muchos de vosotros celebraréis esa fecha tan famosa conocida como San Valentín, ¿por qué no plantearos una escapada? En poco más de dos horas de vuelo desde España ya estaréis en vuestro destino. Sólo tendréis que reservar apartamento, sin duda una de las opciones de alojamiento más cómodas, prácticas e independientes, y hacer caso la propuesta que os hago con los 10 lugares más románticos de la ciudad. ¿Qué os parece? ¿Empezamos?

En Roma, cada rincón es una sorpresa

1.Fontana di Trevi, parada esencial

Comencemos por lo clásico. Sí, ya sé que no os acabo de revelar ningún rincón escondido o desconocido. Pero es que lo que no puedo hacer es ignorar lo evidente: la Fontana di Trevi es un lugar al que hay que ir obligatoriamente sea en el plan que sea. Y, try además, os aseguro que por mucho que reneguéis de hacer lo que todo el mundo hace, acabaréis tirando una moneda de espaldas a la fuente: así os aseguraréis volver a la ciudad. Porque razones para desearlo, sobran. Y porque probablemente acabéis tan enamorados de este lugar que querréis regresar sólo por volver a contemplarlo.

Un buen momento para pasear por los alrededores de la Fontana di Trevi es de madrugada, cuando apenas hay gente

Sin embargo la cosa se pondrá realmente interesante si tiráis una segunda moneda: según dicen esto hará que os enamoréis de un italiano o italiana. Y si ya hacéis lo mismo con una tercera… ¡os acabaréis casando con él o ella! (¡Toma ya!). Como dato curioso os cuento que con tanto tirar monedas es normal que cada día se recauden aproximadamente unos 3 mil euros que son entregados directamente a Cáritas.

Dicen que quien tira una moneda de espaldas a la Fontana di Trevi, help regresa a Roma

Nadie espera encontrarse con esta enorme obra de arte nada más girar una esquina. Tras lograr cerrar la boca que se os habrá quedado por el asombro, tocará hacerse un hueco entre las cientos de personas que se concentran alrededor de la fuente durante todo el día (lo cual le quita un poco ese toque de romanticismo, la verdad. Pero sólo un poco) para poder admirarla un poco más de cerca.

Neptuno es el gran protagonista de la Fontana di Trevi

El conjunto puede apreciarse desde 1732 y es obra de Nicola Salvi. En él se puede observar cómo Neptuno está montado en su carro tirado por dos tritones: uno desbocado y otro en calma.

2.Barrio de Monti, un auténtico oasis

Escenas de la vida cotidiana de Monti

Pasear por las calles del centro de Roma es ya en sí misma una actividad extraordinaria. Contemplar los edificios con sus ventanas de madera, los hermosos palacios que recuerdan a épocas de verdadero esplendor, las pequeñas tiendas de barrio que aún sobreviven en alguna que otra esquina y el ambiente, acogedor y cercano, que conquista cada una de las calles.

Escaleras en el barrio de Monti

El barrio de Monti, a pesar de estar rodeado de los monumentos más atractivos, famosos y visitados de Roma, es un auténtico oasis de paz y tranquilidad. Lo ideal es conocerlo relajadamente, parando en cada pequeño comercio, adentrándose en los escondidos patios interiores de los edificios y descubriendo las obras de arte ocultas en cada diminuto rincón.

Pocos son los turistas que pasean por Monti a pesar de encontrarse en el centro de la ciudad

3.Campo de´ Fiori, el mercado con más encanto

Cuando hablamos de plazas en Roma hay una verdad indiscutible: que precisamente esta ciudad tiene más de una con la que deleitarnos. A cada cual más grande e imponente, las más famosas como Piazza Navona, Piazza de Espagna o Piazza del Popolo tienen todas las razones para ostentar el título de más populares e impresionantes. Sin embargo, hay una que suele pasar algo más desapercibida y a la que sin embargo yo le encontré un no sé qué que me cautivó. Se trata de Campo de´ Fiori, el lugar donde durante siglos se llevaron a cabo ejecuciones públicas y en el que el monje y filósofo Giordano Bruno fue quemado en la hoguera por hereje.

Escultura del monje y filósofo Giordiano Bruno en Campo di Fiori

Vale, sé que no es que os lo esté vendiendo como el lugar más romántico del mundo precisamente. Pero para valorar el por qué lo he elegido sólo tendréis que daros un paseo por ella cualquier día por la mañana. Seguro que lo comprenderéis.

Un mercado en el que se despachan alimentos de todo tipo se instala a diario en este lugar. Lo ideal es recorrerlo temprano, cuando el ambiente y la rutina de este singular rincón está en su máximo apogeo. Hasta él acuden muchos romanos a hacer sus compras. Quizás encontréis algún producto típico de la gastronomía romana que poder llevaros a casa.

Patio interior en uno de los edificios junto a Campo di Fiori

4.Orden de los Caballeros de Malta, las vistas escondidas

Este sí es de esos pequeños y sorprendentes tesoros que descubrir en Roma. Muy cerca del Circo Massimo, en la zona de Aventino y subiendo una larga calle en cuesta, se encuentra el Priorato de los Caballeros de Malta (Priorati dei Cavalieri di Malta). Aunque está cerrado al público, tras la enorme puerta principal del edificio se esconde un precioso jardín con grandes setos y, algo que es más importante aún: una de las vistas más espectaculares que se pueden encontrar en Roma.

Esta es la mejor foto que logré hacer a través de la cerradura de la puerta principal… Ya sé que no conseguí un resultado excelente, peor algo es algo!

Para contemplarlas tendréis que mirar por el ojo de la cerradura de la gran puerta de entrada. Acercaros y disfrutad: perfectamente alineada, al otro lado del pasillo del jardín, podréis ver la enorme cúpula de la catedral de San Pedro del Vaticano.

5.Jardín de los Naranjos, las vistas sin esconder

Jardín de los Naranjos

Y si queréis disfrutar de las mismas vistas sin necesidad de mirar por la cerradura del Priorato de los Caballeros de Malta, podréis hacerlo adentrándoos en un pequeño parque que está situado a su lado. El Jardín de los Naranjos, como lo conocen los romanos (su verdadero nombre es Parco Savello) es uno de los refugios más románticos de toda Roma. En su amplio mirador podréis asistir a una de las puestas de sol más bellas.

Vistas de Roma desde el mirador del Jardín de los Naranjos.

6.Villa Borghese, escapando del ruido de la ciudad

Y seguimos paseando, esta vez por el pulmón verde de Roma: los jardines de Villa Borghese. Por primera vez escaparéis del tráfico, del ruido y de la gente. Se trata de un espacio tan amplio que podréis perderos por sus caminos sin apenas encontraros con otras personas.

Los romanos aprovechan el espacio del parque para realizar todo tipo de actividades

En él se encuentra la galería de arte más grande de Roma, la Galería Borghese. También el zoo, la Piazza di Siena (un enorme anfiteatro en el que aún se llevan a cambo eventos deportivos), el Giardino del Lago (al menos en diciembre de 2013 estaba en obras) y mi rincón preferido: el Cinema dei Piccoli, el cine más pequeño del mundo. Todos los días se proyectan dos películas. La entrada cuesta cinco euros. ¿Os animáis?

En pleno parque de Villa Borghese se encuentra este diminuto cine: el más pequeño del mundo

7.Bocca della Verità, a prueba de mentiras

Una de las fotografías más repetidas en Roma: posar con la Bocca de la Verità

Por 50 céntimos de euro podréis hacerle una pregunta comprometida a vuestra pareja y averiguar si os dice la verdad o miente. Sólo tendrá que introducir su mano en la ranura de esta máscara de mármol y, si no está siendo sincero, le morderá… ¿Qué os parece? Eso mismo fue lo que hizo Gregory Peck junto a Audrey Hepburn en la película “Vacaciones en Roma”, una de las escenas más repetidas por los turistas. Aunque según la leyendala Boca dela Verdad posee poderes para hacerlo, realmente hoy día pocos se atreven a plantearle una cuestión. Con hacerse una fotografía introduciendo su mano en ella, les basta. Eso sí, antes tendrá que esperar una larga cola hasta poder acercarse hasta ella.

8.Santa Maria in Cosmedin, la iglesia de los enamorados

Por supuesto, una vez llegados a este punto deberéis entrar en Santa María in Cosmedin, en cuyo pórtico de entrada se encuentra la Bocca della Verità. Posiblemente sea una de las iglesias medievales más bonitas de toda Roma. Una de las razones por la que os la propongo como visita obligada en esta ruta romántica por Roma es bien sencilla: entre sus tesoros se encuentra el relicario de cristal que guarda el cráneo de San Valentín, patrón de los enamorados.

Iglesia de Santa Maria in Cosmedin

Durante la visita no dejad de bajar, previo pago de un euro, a la cripta que se encuentra bajo el altar y en la que el papa Adriano guardó las reliquias que extrajo de las catacumbas.

9.El Trastevere, para enamorarse

Una de las estrechas calles del barrio de Trastevere repletas de encanto

Seguro que lo conocéis o, al menos, os suena. Es fácil: se trata del barrio más auténtico de toda Roma. Al otro lado del Tiber, el río que atraviesa la ciudad, se encuentra el Trastevere, con sus pequeñas calles medievales que han sobrevivido al paso del tiempo y al de los miles de turistas que las pasean a diario. Sin embargo, esto no acaba con su encanto. Eso es imposible. No hay más que poner los pies en este barrio para darse cuenta de que su autenticidad marca cada uno de sus rincones. En un entorno como este, ¿quién no se enamora?

El Trastevere está repleto de coquetas tiendas y negocios

La fama la tiene bien merecida. Y gran parte de culpa la tienen, además de las impresionantes iglesias que aquí se encuentran, sus restaurantes y trattorias. Según dicen es el lugar donde se pueden encontrar las mejores de Roma. Yo quizás no esté del todo de acuerdo (se puede comer impresionantemente bien en toda la ciudad), pero lo que no puedo negar es que todo el que pisa el Trastevere queda completamente embelesado.

10.Ribera del Tiber, la mejor despedida

Y aprovechando que estamos “al otro lado del río”, os propongo volver sobre vuestros pasos, atravesar la curiosa isla Tiberina, y llegar a la ribera opuesta del Tiber, la más pegada a la zona céntrica de Roma. A partir de ahí comenzar a pasear. Avanzando hacia el norte descubriréis algunos puntos muy interesantes que os darán una nueva imagen de la ciudad.

Para mí, sin lugar a dudas, el primer puesto se lo lleva la zona más cercana al Puente de San Ángelo. Si en ese punto echáis a vista atrás, os encontraréis con una de las estampas más bellas de Roma: el río, el puente, y la catedral de San Pablo de fondo (¡protagonista indiscutible de todas las “mejores vistas” de la ciudad, como habréis comprobado!).

Aunque Roma cuenta con muchos finales posibles que os servirán para despediros de ella con muy buen sabor de boca, este podría ser el elegido. Seguro que no os arrepentiréis. 

Matrículas de Roma